¿Hasta qué punto paga ser pilo?


Los altos índices de deserción, las bajas estadísticas de colombianos titulados con pregrado o posgrado y la brecha de cobertura existente alrededor de la educación superior, llevaron al gobierno de Juan Manuel Santos, en cabeza de la entonces Ministra de Educación Gina Parody a diseñar una política cuyo objetivo era mejorar los anteriores indicadores con el fin de contribuir al crecimiento económico y no de respetar el derecho a la educación que además desarrolla la personalidad humana.
Ser Pilo Paga, es un programa que aparentemente aumenta la cobertura en educación superior y beneficia a los estudiantes de estratos bajos. Se puede decir que lo segundo es indudable, pero lo primero es cuestionable. Los requisitos para acceder a las becas son hasta cierto punto excluyentes, los dineros que subsidian el programa son del estado y benefician en su mayoría a universidades privadas y los estudiantes beneficiados le quitan la oportunidad a estudiantes que no necesitan beca, pues hoy es más difícil acceder a una carrera en estas universidades que hace unos años.

La educación es un derecho fundamental que esta política le respeta a unos cuantos. Los estudiantes están sujetos a tener un puntaje ICFES difícil de alcanzar; además, deben pertenecer a estratos bajos y al SISBEN. Lo anterior diría entonces, que un hijo de asalariados que cumpla con el requisito de residencia y sea del régimen contributivo, no podrá becarse ni obteniendo el mejor resultado en las pruebas de estado. Por otro lado, ser pilo paga desconoce a aquellos estudiantes que siendo muy buenos, demuestran dificultades en la toma de exámenes.
Desde la parte legal, se podría decir que ser pilo paga no cumple con la ley 30 de 1992, pues esta dice que la educación es un servicio a cargo del estado, cuyo fin es desarrollar la personalidad humana. El gobierno podría justificar que si cumple, sin embargo, si analizamos cifras el programa sólo beneficia al 1% de graduandos de estratos 1 y 2 por año. Lo anterior, no sucede por carencia de recursos, lo que pasa es que el presupuesto podría estar mejor administrado. Se estima que se tiene un rubro de $155.000.000.000 millones de anuales, el ICETEX cobra $3.100.000.000 por administrar y las universidades para los becarios son sólo el 13% de instituciones del país, siendo la mayoría privadas. Esto último, obliga a muchos aspirantes a cambiar su ciudad de residencia, aclarando que el gobierno dá un subsidio de mantenimiento que oscila entre 1 y 4 salarios mínimos mensuales y mencionando también, que ese dinero no es suficiente para sobrevivir en las grandes ciudades y que lastimosamente los depósitos a los estudiantes se hacen de manera extemporánea llevándolos a pasar graves necesidades.
Las consecuencias de una aparente política en pro de los más necesitados podrían ser lamentables. Ya se tiene conocimiento de instituciones públicas con vacíos de infraestructura y recurso humano, pues el presupuesto anual para la educación está terminando en prestigiosas universidades privadas. Si una institución quiere recibir pilos debe contar con la certificación en alta calidad, para obtenerla hay una serie de requisitos difíciles de cumplir y por eso sólo el 13% de planteles cuentan con este título.
Cabe anotar que el programa Ser Pilo Paga nace como iniciativa en la tesis de grado de dos estudiantes de la Universidad de los Andes, aspirantes a ser ingenieros que primero no están facultados para argumentarse alrededor de la educación y segundo, no buscaban beneficiar al sector público. Quizá lo más grave de estas imprecisiones, es que hayan departamentos como Magdalena, Chocó, Meta, Norte de Santander, Vichada, Guajira, Cesar, Putumayo y Quindío, entre otros, que no cuenten con opciones para pilos ¿Acaso el objetivo del gobierno es insinuar que la educación pública de nuestro país es mala o que las universidades sin certificado en alta calidad no sirven?
Se puede concluir, que ser pilo paga es la vía a la privatización de la educación superior disfrazada de política de gobierno, no es más que un contrato interadministrativo entre el Ministerio de Educación Nacional y el ICETEX, contrato que garantiza matrículas para el monopolio de la educación privada. Al final, puede perjudicar individuos en vez de beneficiarlos, pues los desertores quedarán con impagables deudas y además, devorados por los altos intereses del ICETEX. Se estima que con el dinero que ser pilo paga forma 40.000 estudiantes; la educación superior pública formaría 500.000. Es tan grave la fórmula, que las consecuencias podrían ser incluso la desfinanciación de la educación. Es de entender que Ministros que no son educadores y estudiantes ponentes que se forman en ingeniería, terminen causando estragos en el sector. Finalmente, un programa que aumente la cobertura en educación superior si paga, pero ser pilo no paga.

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Por:
Hernán Tena Cortés
Docente
+57 321 643 5554

Referencias
¿Ser Pilo Paga o Cuesta?

No más palo al programa ser pilo paga

Ser pilo paga no convence

Educación estatal está sin recursos

Ser pilo no paga







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