Carta de un estudiante a un profesor

Su nombre es Jacobo Soto Valencia, en la actualidad cursa grado séptimo, tiene 14 años y es colombiano. Se caracteriza por ser autogestor y autodidacta siempre y cuando el tema sea de su interés. Aprende con facilidad y se motiva cuando encuentra el por qué de las cosas. A pesar de lo anterior, sus resultados académicos no son los mejores, debe fortalecer sus habilidades en lenguaje y matemáticas, lo apasionan las ciencias, es capaz de comunicarse en español e inglés y dada su generación, demuestra altos intereses por la tecnología e informática.

En alguna ocasión tuve una dificultad con Jacobo porque se encontraba adelantando sus deberes escolares en la biblioteca del colegio y no había pedido autorización para permanecer en dicho sitio. Cuando le dije que debía regresar al salón, puso algo de resistencia y me dijo “profe, no entiendo por qué no puedo estar en biblioteca si allá mi desempeño es mejor y me siento más cómodo” yo realmente no supe cómo derrumbar su argumento, pues si lo analizamos tiene mucho sentido y al final, le autoricé que se quedara.

Minutos después, recibí una carta evidenciando que Jacobo había analizado y reflexionado alrededor de lo sucedido. El contenido del texto era profundo, presentaba errores de forma, pero el fondo era lo importante. Decidí solicitarle autorización para publicar su mensaje, pues quizá muchos se sientan igual y no tengan el valor de decirlo. A educadores y padres de familia, los invito a reflexionar después del siguiente comunicado:

“Profe, perdón por la manera en que te respondí ahorita, pero es que me da rabia porque cualquier cosa que digo tu no me entiendes. No sé por qué la opción de todos los adultos es que los niños vayan al psicólogo, sin pensar si nos gusta o no ir, tampoco veo para qué sirve, de hecho ayer estuve feliz todo el día, pero a medida que pasa el tiempo, la palabra estudio se convierte en algo aburrido y estresante.
 
Lo mismo le pasa a los adultos con la palabra trabajo, la gente lo hace porque necesita dinero en un futuro, pero todo llegará a un punto donde se vuelva aburrido y monótono. Prácticamente, así es mi vida. En todo caso, cuál es el sentido, de qué vale todo el esfuerzo y sacrificio si uno al final morirá y no quedará con nada, sólo con arrepentimientos. Estoy seguro de eso porque lo he visto en varias ocasiones.
 
¿No sería mejor disfrutar de la vida o convertir el estudio y el trabajo en algo que se goce? La verdad sé que probablemente no te importe, al igual que a muchos que les he dicho lo mismo. Pues para la mayoría de los adultos soy otro niño más en el mundo, no me parece justo ya que en este mundo todo es igual, todo se basa en el dinero, si lo tienes adquieres poder e influyes en los demás,  pero si no lo tienes, no eres nada. 

El hombre es codicioso y solo le importa lo material. Dime tu algún presidente que de verdad se haya postulado para ayudar al país, solo uno. También puede que yo no sepa cuando un computador está dañado, pero se muchas más cosas que para la demás gente no sirven de nada. Asimismo, pensarán que es solo por llamar la atención y sacar excusas como dicen todos, pero la verdad yo veo la vida de una forma especial y me parece que todos la deberían verla así.

La manera como los adultos ven la vida es triste y oscura, mientras que para mi es alegre. No es porque aún no me toque mantenerme sólo, lo digo porque estoy seguro que muchos adultos dirán eso, ya que pareciera que nunca hubieran sido niños, o si lo fueron, lo han olvidado. Igual no soy nadie para decirlo porque soy un niño y supuestamente los niños no saben nada, pero a veces sabemos más que los adultos y siempre que lo demostramos nadie nos pone cuidado.

La única vez que alguien me escuchó realmente fue el sábado, fue una amiga que no veía desde hace dos años y terminamos enamorándonos ayer, pero a nadie le importa, yo estaba feliz con ella y lo único que hacia mi mamá era decirme que mañana había que estudiar. En conclusión, tengo que matarme estudiando.

Siento que todo el tiempo quiero estar solo, la verdad siempre me he sentido solo, lo digo porque me han pasado tantas cosas que me cuesta confiar en la gente y me respaldo diciendo que quiero estar sin compañía, o que me voy a morir solo para ocultar lo que de verdad siento. Para finalizar y no alargar más las cosas, estoy seguro que no vas a entender nada de lo que te digo, me dirás que sí y también que esto se lo mandaras a la psicóloga del colegio, no me importa, yo cumplí en decirte lo que pienso porque eres una de las pocas personas en las que confío y quiero que sepas lo que de verdad siento.”
Jacobo Soto Valencia

Por publicar sus palabras no estoy diciendo que tenga la razón absoluta, sin embargo, si estoy invitando a analizar su discurso y pensar por qué un adolescente que ha vivido tan pocos años tiene esta percepción de la vida. Por otro lado, reitero la importancia de inyectarle emoción a la práctica educativa, pues un estudiante desmotivado e invadido por emociones negativa, no producirá igual. Ver: ¡La emoción, algo necesario en la educación! 

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