El colapso anunciado de la educación pública
Foto por Alejandra Ruiz Tobón |
La crisis
nacional de la educación pública no es un tema de Juan Manuel Santos o Iván
Duque, uno de sus orígenes data desde el gobierno de César Gaviria Trujillo
tras el artículo 86 de la ley 30 de 1992. No obstante, entristece ver cómo
diferentes grupos sociales buscan responsabilizar a un individuo, adjudican a
Gustavo Petro el histórico paro o peor aún, llaman guerrilleros a los
estudiantes que sólo marchan porque sus derechos están siendo violentados y su
futuro quizá termine siendo la crónica de una muerte anunciada. Y es que tal
parece que los ciudadanos no han entendido que la solución de la crisis no se
encuentra en la izquerda o en la derecha y que todos debemos trabajar por un
bien común llamado Colombia.
El
artículo 86 de la ley 30 de 1992, establece que el financiamiento de las
universidades públicas crece de acuerdo al IPC y como este último no crece, el
rubro para las instituciones se congela. En síntesis y a manera de resumen,
actualmente hay un déficit aproximado de 18 billones de pesos, 3.2 corresponden
a funcionamiento y 15 a infraestructura. Además, hay una necesidad de 60 mil
millones para diciembre próximo con el fin de cubrir gastos de nómina. Se
infiere que el gobierno del expresidente César Gaviria Trujillo nunca pensó en
el crecimiento de las universidades y que éste tampoco ha sido factor
prioritario para sus sucesores.
Avanzando
un poco en el tiempo recordemos que en el año 2016 se estableció la ley 1819
con el fin de adoptar una mal llamada reforma tributaria estructural. En dicho
proyecto se estableció un rubro con el fin de financiar la educación superior
pública; no obstante, rectores de estas instituciones se preguntan en dónde
están esos recursos, pues aseguran que a sus cuentas no han llegado e
hipotetizan que se destinaron para el financiamiento de las becas del programa
Ser Pilo Paga, es decir, quedaron en manos de los privados.
En
términos matemáticos y reales, los aportes a las universidades públicas pasaron
del 73% en 1993 al 48% en 2016, y en 2007 se registraron 1.360.000 estudiantes
matrículados, contra 2.390.000 diez años más tarde. De ahí se puede inferir que
la Educación Pública le cumplió al gobierno en términos de cobertura y éste
parece aplicar un oxímoron llamado silencio.
Foto por: Avanza UTP |
En El
Tiempo hablaron los rectores y explicaron que los proyectos de ley 052 y 058 de
2018 no deben ser aprobados, pues estos no fijan ningún incremento para la
educación superior. Además, explicaron que mientras el gobierno nacional asigna
un seis o siete por ciento de crecimiento anual, las instituciones crecen un
diez por ciento en materia de docentes, número de estudiantes y programas
misionales. Así mismo, profesores también manifestaron inconformidad, pues
explican que la ya mencionada reforma tributaria les ocasionó una reducción en sus
salarios y no una financiación al sistema. Terminaron diciendo que hasta el 21
de octubre del año en curso hay plazo para reformar el presupuesto general de
la nación y hacer traspasos de fondos. En ese sentido, podríamos concluir que manifiesto
del gobierno por falta de recursos es falaz.
Dada toda
esta problemática, se estableció paro nacional desde el 11 de octubre hasta el
21 del mismo mes y se programaron actividades como velatones, toma de instituciones,
de ciclovías, de vías nacionales y plazas públicas. En adición, el martes 16 de
octubre algunos profesores de estas universidades, iniciaron huelga de hambre y
enviaron carta al presidente Iván Duque para que gestionará una solución a la
crisis lo antes posible. Carta que el presidente y su gabinete responden con el
oxímoron del silencio. Fecode por su parte, ya envió comunicado apoyando las
marchas y manifestó que el gremio en general está al borde del colapso.
El
panorama no parece aclarar, en el camino hemos podido comprobar que ser Pilo
Paga nació como un aparente incentivo para estudiantes de instituciones
públicas que obtuvieran un buen puntaje ICFES. Si bien el fin de la propuesta
fue atractiva y la gente del común pensando en un bien individual la aplaudió,
la ejecución del programa fue un fiasco, pues con lo que se financiaron 40.000
pilos y se lucraron los bolsillos de privados que algunos estaban en riesgos de
quiebra, en universidades públicas se hubiesen financiado 500.000. Yo si me
permito preguntar en qué cabeza cabe la viabilidad del proyecto bajo esos
parámetros.
¿Se ha pensado en soluciones?
Expertos,
rectores y estudiantes presentan diferentes propuestas para superar el déficit.
Dicen que es matemáticamente posible reasignar un billón de pesos del
Ministerio de defensa al de Educación, acabar con el programa Ser Pilo Paga,
tomar $423.000 millones de pesos del ICETEX para el presupuesto de Educación
Pública e inyectar $289.836 millones al Servicio Nacional de Aprendizaje. Lo
anterior como se dijo antes, es matemáticamente posible, pero para un gobierno
guerrerista, neoliberal y corrupto como
el actual, esto quizá no sea viable.
¿Qué dice el gobierno?
El 17 de
octubre, en medio del histórico paro que quedará registrado una vez más en
nuestra historia, María Victoria Angulo habló en la FM sobre las
manifestaciones y el direccionamiento que tendrá un billón de pesos asignado
por el presidente Duque y anunciado horas antes. En resumen, la ministra dijo
que estos recursos no pueden ser destinados al funcionamiento de la educación
pública porque son regalías y por normatividad deben ser dirigidos a inversión.
Por otro lado, un día antes el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla había
dejado claro que no había plata para cubrir las necesidades del sector. En ese
sentido, podemos identificar una comunicación interrumpida entre el gabinete
del actual gobierno.
¿Se le fue la paloma a la senadora
Valencia?
Salí del
colegio un día cualquiera, sintonicé el programa de Vicky Dávila en la W Radio
y corroboré los alcances del gobierno que un alto porcentaje de compatriotas
eligió y otro de importaculistas
permitió elegir. Ahí decidí entonces, instar a apoyar el paro de la educación
superior pública y proximamente el posible cese de actividades del magisterio,
pues esto no es por el bien de un movimiento político, pero si por el de esos
millones de colombianos que no tienen cómo ir a la universidad privada.
La nieta
del fundador de la universidad de los Andes, egresada además de dicho claustro
propone que sean los egresados de las universidades públicas quiénes financien
la educación; es decir, motiva a los que hoy se benefician a donar el 20% de su
salario una vez empiecen a trabajar.
Foto por: Avanza UTP |
En
números, esta neoliberal en nombre del centro democrático plantea que si un
profesional se gana $1.000.000 de pesos done $200.000 para financiar la
educación. Periodistas le proponen que ella empiece dando ejemplo y done un
porcentaje de esos 30 millones que se gana y ella responde negativo porque es egresada
de universidad privada, dando a entender que a pesar de haber sido elegida para
representar al pueblo, la crisis de este, no le corresponde.
Una vez
más, propuestas del gobierno buscan que los pobres sean más pobres y los ricos
más ricos. Analizada la propuesta, se puede decir que de manera indirecta pretende
acabar con la gratuidad y dificultar la dura tarea de mejorar la calidad de
vida en uno de los países más desiguales del mundo. Busca que los ciudadanos de
a pie financien la educación a través de tres fuentes, mientras altos
funcionarios desvían recursos y dan prioridad a la guerra.
Ejemplo de un ciudadano de clase media
Identidad reservada
Soy
egresado de Universidad Pública, eso no quiere decir que me hubiese salido
gratis, pues yo pagué entre $800.000 y $1.200.000 por semestre. También soy
contibuyente, eso indica que ya aporté a la financiación de la educación
pùblica a través de dos canales, de ser aprobada la propuesta de la oligarca
Paloma Valencia; tendría yo que donar el 20% de mi salario para financiar por
un tercer canal a un desfalco que el gobierno creó y mantiene porque es
evidente que un pueblo educado no es prioridad para unos gobernantes mal
educados.
Termino
diciendo que la senadora ponente gana aproximadamente quince veces más de lo
que yo gano, y que el 20% del salario de ella equivale a lo que donarían 41
profesionales recién egresados que devenguen un salario mínimo o treinta y dos
profesionales que se ganen $1.000.000.
Síntesis
Foto por: Avanza UTP |
Las
universidades públicas son víctimas de un gobierno que no aporta garantías. En
parte, el progreso de la Universidad Pública se debe al hecho de haber cumplido
la tarea de crecer desmesuradamente con el mismo presupuesto. Éstas 32
instituciones requieren de 2 billones de pesos para funcionar, un billón menos
de lo asignado para defensa, así la prioridad del gobierno parece ser la
guerra. Al aumento de cifras y al cumplimiento en términos de calidad el
gobierno respondió con un abandono total. Es algo así como el padre que
abandona a sus hijos y vuelve a buscarlos cuando estos triunfan, pues es común
ver a los altos funcionarios aplaudiendo logros y siendo oportunistas cuando
algún académico se destaca. No obstante, cuando sí deben responder aplican un
silencio rotundo que para el pueblo se traduce en una algarabía total. Yo apoyo
las manifestaciones de la educación pública y me uno al canto que hoy es común
en las calles:
“Oiga señor, no se haga el huevón, que su
hijo es estudiante y usted es
trabajador”
Datos curiosos
Ante el
anuncio del actual presidente sobre la terminación del programa Ser Pilo Paga,
directivos de universidades públicas tuvieron alivio, pues se ilusionaron y
creyeron que estos recursos se iban a invertir en la financiación de sus
instituciones.
En medio
de la crisis universitaria el gobierno nacional anunció una inyección de tres
billones de pesos para defensa.
Adolfo
León Atehortúa, exrector de la universidad pedagógica inició una huelga de
hambre junto con tres profesores más.
Las
edificaciones de las distintas universidades se están cayendo.
--
Por:
Hernán Tena Cortés
Docente
+57 321 643 5554
@Hernan_Tena
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Referencias
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