Y tú ¿qué esperas para dejar de fumar?
Múltiples fenómenos preocupan a los gobiernos y a la humanidad en general. La innovación tecnológica no se queda por fuera, y aunque muchos de los inventos se pueden interpretar como un beneficio para la especie humana; hay unos cuántos que no lo son. El consumo de tabaco a través del cigarrillo es quizá una de las causas de muerte más común en el mundo; pues se estima que mueran alrededor de 7 millones de personas por año. En Colombia por su parte, la cifra no es muy alentadora, al año mueren 32,000, al día 73 y en términos de costos, se aproxima que se gasten 4.2 billones del presupuesto nacional cubriendo esta posible epidemia.
Es
conocido por los consumidores que fumar es perjudicial para la salud; sin
embargo, según Jhon Marulanda asesor médico de la liga contra el cáncer, la gente fuma por razones genéticas,
sociales, presión de grupo, por probar la nicotina y generar adicción o por los
mensajes que emite la industria tabacalera. Dicho lo anterior, el panorama es
más preocupante aún, pues según últimos estudios,
se estima que en el mundo hay más de 960 millones de fumadores, el número de
personas que dejan de fumar ha crecido, pero también, el número de individuos
que inician el hábito. Además, los daños no son sólo para quienes ejercen esta
mala práctica, pues se registra que anualmente el cigarrillo genera 876
millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, que sus desechos
contienen más de 7.000 químicos tóxicos que envenenan suelos y mares y que los
fumadores pasivos responden al 12% de las muertes anuales que comprometen al
corazón.
Teniendo
cifras tan alarmantes, hace unos años en China se inventaron los famosos
cigarrillos electrónicos conocidos también como vapeadores y dada su
innovación, su uso se ha ido extendiendo por diferentes países. Vale aclarar la
importancia de diferenciar entre los ya mencionados y los también conocidos
como HEETS o IQOS. Éstos últimos se conocen en el mercado como los cigarrillos
sin combustión; mientras que a los tradicionales, se refieren como cigarrillos
con combustión.
https://www.flickr.com/photos/vaping360/27725215315 |
Los
vapeadores funcionan con batería, esencias de múltiples sabores y porcentajes
de nicotina y una resistencia que convierte la esencia en vapor. El
procedimiento para fumar, vapear en este caso, es muy similar al que se ejecuta
en los cigarrillos tradicionales o con combustión. La iniciativa nace como
alternativa para que las personas dejen de fumar, vendiendo la idea de que este
dispositivo no le hace daño a la salud, ni al ambiente. No obstante, las
esencias que estos dispositivos utilizan son conocidas por tener la capacidad de
generar una fuerte adicción y según la Sociedad Española de Neumología,
estas contienen algunas sustancias idénticas a las del cigarrillo normal, por
lo que se ha demostrado en algunos casos su potencial cancerígeno a largo
plazo.
Por otro
lado, los IQOS o HEETS, son un dispositivo creado por la tabacalera Philip
Morris. El objetivo es calentar el tabaco sin quemarlo, generando un vapor que
según estudios de sus creadores, hace menos daño al ambiente y al consumidor.
Además, este cigarrillo genera menos olor y necesita un tabaco especial. Por
último, ésta empresa en sus últimos comunicados, ha evidencia la intención de
reemplazar los cigarrillos con combustión por los electrónicos o sin
combustión.
https://www.flickr.com/photos/vaping360/31014666303 |
Existe
una alta preocupación dentro de la sociedad, porque las comercializadoras de
éstos productos usan publicidad engañosa al decir que éstos son un 95% menos
tóxicos y que además son una alternativa para dejar el tabaco tradicional. Los
entes de control si bien se han pronunciado, no han tomado medidas. En Colombia
por ejemplo, los IQOS al ser dispositivos de tabaco están regulados en la ley y
no se les puede hacer ni promoción, ni patrocinio ni publicidad. No obstante,
los más conocidos como vapeadores no están regulados y se pueden adquirir en
centros comerciales a costos altos o se pueden importar desde su país de origen
y a través de plataformas virtuales, a costos muy económicos.
Se
presume entonces que lo que sería un antídoto para la enfermedad, terminaría
siendo el veneno, pues algunos estudios ya han demostrado que los cigarrillos
electrónicos pueden causar cambios a corto plazo y la CNPT advierte que el vapor
de estos puede contener sustancias tóxicas y nocivas para la salud y que no
deberían utilizarse en espacios públicos cerrados.
Con base
al consumo, se afirma que el número de consumidores ha aumentado de manera
ostensible en los últimos años; de 6 millones en 2011 a 35 millones en 2016, y
en términos económicos, se estima que el consumo global gira alrededor de los
$22.600 millones de dólares, mientras que hace sólo cinco años estaba por los
$4.200. Según la Organización Mundial de la Salud,
aún no se conocen los efectos a largo plazo y la nicotina de la esencia es
adictiva. Además, esta misma organización se muestra altamente preocupada
porque derramar el liquido de la esencia en la piel podría provocar un
envenenamiento por nicotina y porque algunos sabores dulces son irritantes y
pueden producir inflamación en las vías aéreas.
En ese
sentido, sería fácil afirmar que contrario a lo que mucha gente piensa, los
cigarrillos electrónicos tienen más ventajas que desventajas. De las primeras;
se puede decir que las esencias contienen sustancias tóxicas y adictivas como
propilenglicol, glicerina, disolventes, aromatizantes, conservantes y nicotina
que además causan efectos sobre el sistema cardiovascular, que 75 de cada 100
vapeadores también fuman cigarrillo tradicional aumentando así los niveles de
nicotina en la sangre y que un gran porcentaje de jóvenes inician vapeando y
este es su canal al cigarrillo convencional; en consecuencia, el consumo de
tabaco tiende a crecer. Mientras que de las segundas; se dice que es atractivo
que el consumidor pueda escoger el sabor de lo que consumirá, el porcentaje de
nicotina y que no emite malos olores y que el uso de estos dispositivos si
evita la inhalación de sustancias tóxicas como el alquitran.
Ahora
bien, como si lo anterior fuera poco, según la escuela de medicina de Nueva
York,
luego de realizar un estudio exponiendo ratones durante doce semanas al vapor
de la nicotina en una dosis equivalente a la que consumiría un ser humano en
diez años, reveló en que los cigarrillos electrónicos producen daños en la
vejiga, el corazón y los pulmones. Además, en 2018, un examen forense reveló en
Estados Unidos que un hombre de 38 años habría muerto porque su cigarrillo
electrónico explotó en su cara; la explosión además causó quemaduras en el 80%
de su cara y según la BBC en 2015,
un cigarrillo electrónico explotó en la cara de un hombre de Colorado,
rompiéndole el cuello y destrozándole los dientes.
Concluyendo
con el contraste entre los diferentes tipos de cigarrillo existentes en el
mercado y su consumo, estudios comprueban que las mujeres fuman menos
cigarrillos por día, tienden a consumir productos con menos porcentaje de
nicotina y sus inhalaciones no son tan profundas como las de los hombres.
Ademas, que en el mundo, 9 de cada 100 mujeres fuman; mientras que, 40 de cada
100 hombres lo hacen. Sin embargo, en algunos países el número de mujeres es
mayor al de hombres, mientras que en otros es igual. Por último, según estudio
publicado,
la industria tabacalera se concentra en las mujeres porque el número de
consumidoras es menor al de los hombres.
Para
terminar, preocupa que los cigarrillos electrónicos no están regulados; pero al
parecer si causan problemas de salud sin tener una carga de impuestos que
amortigue el presupuesto nacional. Pues todo indica que son excluidos de la ley
1335 de 2009 que previene efectos en la salud. En adición, cabe recordar que luego
de iniciativa promovida por los Ministerios de Salud y de Hacienda, junto con
organizaciones de la sociedad civil como Educar Consumidores y la Veeduría
Ciudadana Control Tabaco, el costo tributario de una cajetilla de 20 unidades
de cigarrillos pasó de $700 a $1.400 pesos entre el 2016 y el 2017 y a $2.100
pesos en el 2018; razón por la cual, el recaudo por impuestos a estos productos
pasó de $595.000 millones de pesos a $871.000, un incremento del 46 por ciento
en un solo periodo fiscal. Los cigarrillos electrónicos, a pesar de tener
niveles de tabaco y nicotina, no contribuyen con este recaudo pero si
contribuyen a generar enfermedades. En conslusión, la solución es sencilla, no
consumir ninguno de los productos aquí mencionados y exigirle al gobierno la
pronta reglamentación de estos dispositivos.
Datos curiosos:
La OMS
desaconseja el uso del cigarrillo electrónico y los profesionales sanitarios
españoles alertan de que contiene algunas sustancias idénticas al convencional
y con efectos a largo plazo desconocidos.
En
Estados Unidos, se espera que entre unos cinco y diez años, el uso del
cigarrillo electrónico supere el del cigarrillo tradicional.
El 49% de
usuarios vapean con el fin de disminuir el tabaquismo.
Más del
50% de los niños que empiezan a fumar entre los 12 y los 14 años; no deja la
dependencia al tabaco.
Según la
OMS, para elaborar 300 cigarrillos, es necesario talar 8 árboles.
Según El
Tiempo, en Colombia, 30 de cada 100 jóvenes son fumadores, 80 de cada 100
empezaron antes de los 18 y la población promedio, está iniciando el hábito de
fumar a los 12.
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Por:
Hernán Tena Cortés
Docente
+57 321 643 5554
@Hernan_Tena
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Hernán Tena Cortés
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