¿Hasta qué punto las zonas de permitido parqueo son generadoras de empleo?
Actualmente es muy común
escuchar la promoción del empleo formal y con garantías por parte de altos
funcionarios del estado. Sanciones en su mayoría a pequeñas y medianas empresas
por el no pago de prestaciones sociales o por la ilegalidad de los contratos de
prestación de servicios es el pan de cada día en uno de los países más
desiguales del mundo, Colombia.
Al contrastar, resulta
indigante ver cómo los pequeños emprendores son sancionados y exprimidos por el
estado, cuando este último obra con doble moral y ofrece cientos de empleos
informales. En este caso, se busca invitar al debate por la dignificación del
empleo de los operarios de las zonas de permitido parqueo (ZPP) en la ciudad de
Pereira, más conocidas como zonas azules. Es importante aclarar que la
justificación de la medida es incentivar el uso de transporte y desestimular el
uso de carro particular con el fin de no obstaculizar el espacio público.
Las zonas azules tienen
respaldo constitucional, la ley 105 de 1993 en el artículo 28 le permite a los
municipios establecer tasas o tarifas por usar el espacio público. En ese
sentido, la discusión aquí no es el desmonte de las zonas de permitido parqueo,
pero si la dignificación del empleo para los operarios de las mismas que entre
otras cosas, los administradores se enaltecen diciendo que han creado un sinnúmero de cargos que
además promueven la inclusión porque la mayoría de los beneficiados son
discapacitados.
Un operario de las ZPP de
su propio capital debe comprar un talonario de 100 recibos que le deja de
utilidad $70.000 pesos, es decir, de una hora de parqueo que vale $2.000, el
operario se gana $700 pesos y $1.300 los recauda el municipio. Lo anterior para
parqueo diurno, porque el nocturno que va de 7 de la noche a 3 de la mañana le
deja una utilidad de $900 pesos por tiquete, únicamente $200 más.
El pago de salud, pensión
y riesgos laborales corre por cuenta de los operarios. Es decir, de esa ínfima utilidad que les
queda, ellos deben cubrir transporte, alimentación, seguridad social y si son
disciplinados; primas, cesantías y vacaciones. Además, ellos mismos cuentan que
si el cinco de cada mes no han pagado la seguridad social, pues les cancelan el
contrato. Manifiestan también un alto descontento porque no tienen derecho a
incapacidades o a las licencias contempladas dentro del código laboral
colombiano.
En la práctica, dicen no
entender cómo es su vinculación. Pues se quejan porque deben cumplir largas
jornadas laborales, por tener un jefe inmediato y por sufrir sanciones cuando
le pasa algo a un vehículo o cuando alguien se retira sin cancelar. De la
última, dicen que cuando alguien no paga, le hacen un comparendo por $396.000
pesos que van para el municipio, pero que ellos pierden el tiquete porque es
más caro hacer todo el proceso para que se los reconozcan, es decir, pierden
$2.000 pesos. Por último, explican que la organización que administra les vende
la idea de ser trabajadores independientes, pero que de eso no tienen nada.
También dicen que tienen
que trabajar bajo el sol, bajo la lluvia, bajo el frío y además trasnochar
tolerando todo tipo de personas. Que sin ellos no sería posible que el
municipio recaudara tantos millones mes a mes y que lo único que reciben es a
un supervisor que sí está vinculado en la nómina municipal pasando todos los
días a auditar vehículos y llamar la atención, pues no reciben motivación
alguna por parte de sus superiores.
Los operarios de las ZPP
denuncian que la actual administración en campaña les prometió vinculación
laboral con todas las prestaciones y reubicación para aquellos que quedaran
cesantes luego de cerrar algunas zonas de parqueo. Con lo anterior, el señor
Juan Pablo Gallo no ha cumplido. Asimiso, dicen que la queja más frecuente de
los ciudadanos es que la tarifa para carro ($2.000 día y $2.500 noche) es más
cara que en muchos parqueaderos de la ciudad, mientras que la de moto ($1.050
día y noche), es la más costosa de toda la ciudad.
Según Juan Carlos Giraldo
de Hacienda Municipal, actualmente el municipio cuenta con 71 ZPP diurnas y 19
nocturnas, para un total de 90 y 92 operarios. Explica que el promedio de
recaudo mensual es de 320 a 350 millones de pesos y que le corresponde el 20%
al Tránsito municipal. Por otro lado, dice que los operarios devengan entre
$1.000.000 y $2.000.000 de pesos, que la fluctuación es producto de ausencias o
incapacidades médicas y finaliza manifestando que al término de este año
desaparecerán alrededor de 15 zonas.
Carlos
Maya, exsecretario de Hacienda y ahora posible candidato a la próxima alcaldía,
manifestó en RCN que tras el cierre de Infi Pereira anterior administrador de
las ZPP, la Hacienda municipal seguiría administrando porque el objetivo
era que al término de 2018 las ZPP desaparecieran del municipio. Manifestó
también, que los operarios quieren una vinculación con el municipio que por
ahora no es viable, pero que los supervisores si la tienen. No obstante, los
operadores dicen que cuando ellos tienen alguna duda, queja o reclamo, en
Hacienda les dicen que eso no es con ellos.
Finalmente, se cuestiona
si la administración está generando empleo a través de las ZPP, pues de acuerdo
a lo investigado los operarios generan recursos para el municipio pero no
reciben las condiciones de un empleo digno a cambio de su labor. Es evidente que
no hay una carga prestacional o de nómina para la Hacienda y que el negocio
como en muchas instancias del estado es de una utilidad abrumadora. Juan Carlos
Giraldo se declaró impedido para explicar cuál es la destinación de estos
recursos, pues invitó a que esa pregunta se la hiciera directamente a la
Hacienda Municipal. Concluyo entonces preguntando ¿hasta qué punto las Zonas de
Permitido Parqueo son generadoras de empleo?
--
Por:
Hernán Tena Cortés
Docente
+57 321 643 5554
@Hernan_Tena
Por:
Hernán Tena Cortés
Docente
+57 321 643 5554
@Hernan_Tena
Comentarios
Publicar un comentario